jueves, 28 de mayo de 2015

#LITERATURA: Carol, o 'El Precio de la Sal', la obra maestra que Patricia Highsmith escondió bajo un pseudónimo // *****


Mientras se consagraba como una gran promesa de la novela negra por su obra 'Extraños en un tren' (no olvidemos que se trata, ni más ni menos, que de la escritora de 'El talento de Mr Ripley'), Patricia Highsmith atravesaba una mala época. Sufriendo una crisis económica personal bastante grave, comenzó a trabajar unas Navidades en unos grandes almacenes, puesto en el que tan sólo duró unos días pues una terrible varicela la achacó sin piedad. Ese efímero trabajo, sin embargo, dejó en ella la semilla de 'Carol' (cuyo título original era 'El precio de la sal'): en un momento determinado, atendió a una atractiva mujer que llevaba un abrigo de visón que se golpeaba la mano con un guante blanco. Su única relación real con ella fue el intercambio de una transacción, la venta de una muñeca.

Este cotidiano e insignificante hecho, el encuentro de Patricia Highsimith con una mujer desconocida, nos regala una de las novelas de amor más poderosas e intensas de la literatura universal. La escritora, que por aquel entonces todavía luchaba por hacerse un hueco en el mundo editorial, escribió 'Carol' en el más absoluto secreto, como ella misma dice, dominada por una fiebre de inspiración y locura. La historia de amor intergeneracional entre dos mujeres no era el 'marketing' más adecuado para los años 50.

Debido a que su editor le dio la espalda por la temática de la novela, Patricia se vio obligada a publicarla bajo un seudónimo. Sin embargo, el éxito que desató fue apabullante. Poco después, reeditó la obra y la publicó firmada por ella misma. La hipocresía, supongo.

¿Qué es 'Carol'? Una novela tan cargada de hermosura que sobrecoge. Una obra tan real, tan apabullante, tan inteligente, tan mística, que seduce. Seduce desde el inicio y se apropia de los deseos de el lector como un insecto gigante. Y sus garras, sus dolorosas garras, arrancan el gusto y pueblan nuestros sentidos del más hondo deseo del amor y de enamorarse. ¿Y qué importa que se trate de dos mujeres? Therese (nuestra protagonista de diecinueve años) es débil y enternecedora. Carol es cinismo y fuerza. Los diálogos entre ambas son sublimes, pero sus movimientos en su entorno, su comportamiento tan verosímil y bien marcado, demuestran que estamos antes una maestra de las letras como pocas se han leído jamás.

Obligatoria, sin lugar a duda. Inédita y original. Astuta y desgarradora. Un clásico imprescindible. Una joya literaria que enamorará, que prendará, que será eterna.



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