miércoles, 10 de diciembre de 2014

#LITERATURA: Recordando lo imposible (SAGA IMPOSIBLES)



No solo se conquista lo imposible en las novelas o en el cine. Hay personas, maravillosas personas, que logran conseguir imposibles en la vida real. Eso sí, es primordial el esfuerzo y la constancia, el tesón a la hora de lucha por conseguir algo, el coraje y valentía de postrar todas las fuerzas de las que se disponen para elaborar un algo de la nada.

Escribir una novela es algo similar a conquistar lo imposible. Hacer que esa novela llegue a miles de lectores, que estos lectores se enamoren de los personajes y crearse, así, un hueco en la biblioteca infinita de Amazon es, sin duda, un imposible que llega a ser posible.

Abigaíl Villalba Sánchez nos hizo llegar una historia con un argumento recurrente (el amor de época, el amor imposible) pero de una forma fresca, íntima y personal. Por fin, una literatura diferente, cargada de pasión irrefrenable, de amor inmutable y de eternidad, aterrizaba frente a mí y podía deleitarme, después de mucho tiempo, de un nuevo matiz de novela romántica contemporánea, pero con toda la calidad y hermosura de la literatura clásica.

Imagino que los que estáis ahora a punto de comenzar la lectura de Recordando lo imposible, es porque ya os habéis enamorado, habéis llorado, habéis reído y habéis sufrido con Rose y con Marcus. Conocimos una historia de amor hipnótica, tierna, suave, melódica, enmarcada en el gris Londres de 1853, sumergiéndonos en los tibios sueños de una hermosa joven, de aspecto frágil pero con el corazón de acero. Rose es un personaje que nos ha enseñado a no temer, a proteger nuestros valores omitiendo los impuestos, a conservar la personalidad propia a pesar de todo. Rose rompe con las reglas, las rehace, mostrando una valentía envidiable. Es este personaje femenino, sin duda alguna, el corazón que hace latir Conquistando lo imposible.

 Ahora, en esta nueva historia, secuela de la anterior, los protagonistas cambian. Sin cambiar el alma y la esencia de la misma, como si de una canción de jazz se tratase, Abigaíl nos acerca una nueva forma de entender el amor y el romanticismo, con personajes nuevos, más fuertes, más impulsivos, más carismáticos, tal vez con más garra. Dejamos atrás a Rose, para que sea Geoffrey el alma protagonista de esta nueva y bellísima historia. Un personaje masculino, hosco, huraño y plagado de traumas (una antítesis completa de nuestra querida Rosalyn). Pero Abigaíl se las arregla, no sé qué forma, para que el lector empatice y odie a Geoff al mismo tiempo.


Vemos (leemos) en esta segunda parte de #IMPOSIBLES, a otra escritora, una escritora que vuelve a conectar con sus personajes, con su argumento. Una escritora joven, pero con una literatura madura, capaz de volver a engatusar a los amantes de la literatura romántica, capaz de innovar en este campo de nuevo. Y mejor. Infinitamente mejor. Imposiblemente mejor.





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