domingo, 23 de noviembre de 2014

#MÚSICA: Rozalén, hacer brillar el alma con la voz // ****



Hay artistas que se dejan la piel en el escenario con el fin de dar todo de sí para complacer a un público loable e insaciable. 

El caso de Rozalén es bien diferente. Rozalén no se deja la piel. No. Rozalén se deja el alma, se deja el ser, se deja su esencia en el interior más profundo, en el corazón, de todas aquellas personas que tienen el gran privilegio de verla tocar y cantar en directo. Impregna todo lo que toca, como si de su propia voz emanase magia, pura magia hasta entonces desconocida. 

He llegado a ella recientemente, por una recomendación. Me he enamorado, sin poder remediarlo, de sus canciones, de sus letras. Letras que parecen poesía, literatura, que son honestas, sinceras, hermosamente elaboradas, y preciosamente interpretadas. Y con la grandiosa sencillez de Rozalén, como solo ella sabe hacerlo.

Su primer disco se titula Con Derecho A... Está compuesto por diez temas, diez canciones, diez sentimientos (o millones de sentimientos), diez pedacitos de su alma, diez maneras de compartir la belleza de la vida. Y, esto, acompañado de vídeos en su canal de Youtube , que elevan dicho arte a su máxima exposición. El arte en estado puro, que late con alma propia, que se forma como una caricia suave e inolvidable.

Es curioso el tema 80 veces, con más de dos millones de visitas. En su vídeo, además de interpretar ella el tema, Beatriz Romero traduce la canción en el lenguaje de signos (música para sordos), creando un concepto muy diferente de la música. De hecho, ambas mujeres realizaron una gira en este forma que se convirtió en todo un éxito. Es, realmente, una iniciativa para aplaudir.

Otras canciones, impresionantes, forman este trabajo sobresaliente. Comiéndote a besos,  que personalmente, es mi canción favorita, es una vorágine, una explosión, de situaciones y sentimientos. Es como un grito transformado en melodía, que sale desde las mismas entrañas del dolor, o de la esperanza anulada, del amor que no se termina nunca. Saltan chispas, con videoclip animado, optimista, que habla sobre la lucha personal, o la lucha de la humanidad, de la soledad, de las ganas de sonreír. Para los dos, con una letra sensacional y honesta, que consigue emocionar a cualquiera que tenga la oportunidad de escucharla. O, por ejemplo, Las hadas existen, un tema vertiginoso que elogia la figura de la mujer común. 

Cualquiera del resto de canciones del disco no tiene desperdicio. Está claro que Rozalén puso sincero y tenaz empeño que cuidar la calidad, la vida, la esencia, de cada uno de sus temas. Luciendo, luciendo radiante, este primer trabajo que es, sencillamente, grandioso, sencillamente único.

Gracias, Rozalén, por habernos regalado este gran pedazo de ti.




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